Basura moverá al Metro en la CDMX
La basura en la Ciudad de México (CDMX) por fin tendrá un mejor propósito que el de dañar el medio ambiente, al menos eso dicen.
Esta semana el Gobierno capitalino dio a conocer la planta de termovalorización “El Sarape”, la cual transformará en energía eléctrica cuatro mil 500 toneladas de las 13 mil que se generan de residuos sólidos diariamente en la CDMX. La planta será capaz de producir 965 mil mega watts por hora y con ello movilizar las 12 líneas del Metro que atraviesan la ciudad.
Se estarán preguntando, “¿y luego?” “¿Con qué se come una planta de termovalorización?” “¿Cómo funciona?” Bueno, una planta de este tipo es, en pocas palabras, una incineradora de residuos sólidos, o sea, una fuente adicional de emisiones de óxido de nitrógeno. Aquí lo importante es señalar que el Gobierno capitalino asegura que con la puesta en marcha de “El Sarape” se dejarán de emitir 700 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2), pero si se va a quemar la basura cabría preguntarse si las emisiones de material particulado son menos dañinas que el CO2.
Si bien la implementación de la planta posiciona a la CDMX dentro de “la vanguardia mundial”, no sólo por transformar basura en energía, sino por ser la más moderna debido a su capacidad de procesamiento de residuos, organizaciones como Greenpeace han comenzado a quejarse por la contradicción que supone generar energía a través de la quema de basura, pues aunque, sin duda, la intención es contribuir a la disminución del daño al medio ambiente, consideran que no hay diferencia entre enterrar o quemar residuos y que la solución está en el reciclaje.
“El Sarape”, con una inversión de 12 millones de pesos, comenzará sus operaciones en año y medio. La planta no sólo podrá generar energía para hacer andar el Metro, sino que también estará en posibilidades de proporcionar energía para el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, así como contribuir con tareas ambientales para la zona aledaña a éste.