Prohibido el Al-call.
La luz no te deja dormir y apenas abres los ojos, te das cuenta de lo podrido que estás. Traes puesta la ropa de la noche anterior, hueles más fuerte que un litro de tequila puro y la cabeza te punza; afortunadamente no estás en la cama de un desconocido y tampoco hay uno en la tuya. Ahora sólo falta revisar que no te falta nada importante: cartera, teléfono, llaves del coche, todo está perfecto, pero hay una sola cosa que parece haberse extraviado en algún momento de la fiesta: tu dignidad.
¿Por qué nadie te detuvo antes de hacer ESA llamada o de enviar ESE mensaje? Ah.. Muy fácil compañero, fuiste tan astuto que te escondiste en algún recóndito lugar (el baño, tu coche, tu cama cuando recién llegaste a casa) porque sabías que eventualmente tus amigos te iban a detener.
Pero lo más triste de esta historia, no son tus faltas de ortografía en Whatsapp, si no que por alguna extraña razón sigues esperando resultados “favorables” cada vez que lo haces (y me incluyo); ya que en el mejor de los escenarios tendrías licencia para hacer una visita de media noche que seguramente fracasará en algún momento del romance porque estás más briago que gusano de mezcal.
¿Existe algún caldito o barbacoa que te haga olvidar este terrible sentimiento? ¿Si la conectas puedes volver en el tiempo y no darle send a tu “tre extrsano muchho prdont e amoi” o no llamar mientras cantas La Incondicional de Luismi? Pues no, la regaste y todos lo hacemos. Pero si te sirve de consuelo siempre es divertido ser la otra persona y recibir estos ego boosters. Difícilmente tu ex se molestaría contigo a no ser que seas un/a intenso/a que insiste después de 17 bateos en lo que va del mes. Tómalo con humor y no des demasiadas explicaciones, basta con un texto de disculpa.
Pero si aún no te ha pasado, vas a salir de fiesta y sientes que todavía la/o extrañas, para evitar el oso te recomiendo:
- Cuéntale a quien más confianza le tengas, mucho ojo, tal vez tu bff pueda detenerte (si es que no tiene planeado escuchar a José José todo el camino de vuelta a casa).
- Lígate a alguien que te distraiga un leve.
- Recuerda que tres shots seguidos, no pueden traer nada bueno consigo.
- Rézale a San Steve Jobs para que se te acabe la pila.
- Mi hermano, mejor modérate y sáltate los pasos anteriores.
Suerte y acuérdate que entre más vergüenza sientas, más graciosa es la historia al contarla después; aunque es aún más divertido amanecer cual fresca lechuga al día siguiente..
Besos desde Hawaii, ok no, desde mi casa.
