Básico de básicos: La camisa blanca.
Porque podremos cambiar nuestro guardarropa mil y una vez, pero siempre existirá y será necesaria una excelente camisa blanca.
A veces tan ignorada, pero un básico que es imprescindible en todo buen guardarropa. Los constantes cambios de la moda nos hacen tambalear; odiamos prendas que en décadas pasadas eran el top en tendencias, pero no podemos odiar una pieza que en un sinfín de ocasiones nos dará el look perfecto coordinándolo con las piezas adecuadas.
Los jeans, el blazer y el icónico little black dress para ellas, forman parte de este repertorio incansable. Quizá la camisa blanca nos recuerde ese odiado uniforme del colegio, y aunque en décadas pasadas solo era apreciada por aquellos que ya habían acumulado más de tres décadas. Ahora es un aliado imprescindible de todas las edades y prenda rescatadora para cualquier ocasión.
La camisa blanca ha sabido reinventarse y colarse temporada tras temporada a las colecciones de las más importantes firmas, para apreciarla y hacer la prenda más interesante, estos son algunos detalles que debes considerar al elegirla:
Proporciones: Deben ser perfectas cuidando el mínimo detalle en el largo ancho de la prenda. En camisas de manga larga los puños deben cubrir la muñeca sin sobrepasarla.
Tejidos: el material más adecuado siempre será el algodón, ya que permite que tu piel se ventile al mismo tiempo absorbe mejor la transpiración.
Costuras: son un detalle que indica cómo está hecha la camisa. Fíjate que estén derechas, completas y con un hilo que se pierda con el color de la tela para que sean casi imperceptibles. Los logotipos o marcas visibles, si los tiene deben ser muy discretos.